Finanzas para abogados

En el ejercicio profesional del derecho, en cualquier tipo de organización y en los diversos contextos en que desarrollan sus actividades, siempre está presente de manera directa el componente financiero. Lo anterior implica que el abogado, quien en últimas plasma un negocio en un contrato, o litiga en asuntos donde existen complejidades financieras, entre otros oficios, debe contar con ciertas habilidades, destrezas y competencias que le permitan, entre otras cosas, tomar decisiones financieras y comprender el impacto directo que tiene el componente financiero y la interacción con colegas del área financiera de manera eficiente, oportuna y adecuada.

El abogado moderno debe ser un profesional integro, con capacidad para analizar e interpretar el Estado de Situación Financiera, el Estado de Resultados Integrales, el Flujo de Caja y los indicadores financieros básicos, que permiten medir el alcance de sus decisiones en todas las áreas de la empresa o el caso específico que se esté tratando. No menos importante es comprender y aplicar los conceptos sobre valor del dinero en el tiempo; interés; tipos de interés (vencido y anticipado); interés simple; interés compuesto; valor futuro y valor presente de una inversión; interés efectivo y nominal; tipos de financiación y préstamos; relaciones de equivalencia; conversión de tasas, e indicadores de bondad económica, tales como VPN; TIR; TIRM, periodo de recuperación de la inversión y CAE.

Con base en todo lo anterior, los participantes al terminar el programa estarán en capacidad de interpretar los diferentes estados financieros e indicadores, determinar márgenes de rentabilidad, así como ponderar las decisiones estratégicas tomadas frente a los resultados obtenidos, además de afianzar las competencias financieras para analizar y garantizar la construcción de valor.